martes, 22 de enero de 2013

Disculpas

Hoy justo, y por casualidad, hace dos meses que no escribo nada en el blog. Por ello, disculpas. No sé cuántos me leíais, y aunque sólo hubiera sido una sola persona... disculpas. Y aunque nadie me hubiera leído durante los meses que escribí, me debo unas disculpas a mí misma. A la promesa que me hice cuando decidí  comenzar con esta aventura. 

Siempre me ha gustado escribir. Hay quien me decía que hasta lo hacía bien. Pero con estudios finalizados, con una credencial que llegó a fin... necesitaba tener algo mío. Un sitio en el que poder escribir lo que quisiera, cuando quisiera, sin horarios ni bajo órdenes. Un sitio mío, que albergara espacios que no sólo me ayudaran a mí misma a entender lo que fui y lo que soy, sino que también pudiera ayudar a más gente. A gente que han vivido o viven, en carne propia o cercana, situaciones difíciles, adversas o traumáticas.

El caso es que no sé en qué momento la ilusión con la que empezó este proyecto desapareció. Quizás el feedback sea igual de importante en todo blog, aunque este nazca con el propósito de ser personal, y no convertirse en el más exitoso de la blogosfera. O quizá simplemente necesitaba mi tiempo para recargar las pilas de la ilusión.

Sea como fuere, gracias a los que alguna vez me leyeron. Gracias a los que repitieron. Y disculpas. Mil disculpas, a vosotros, y a mí. Volveré.

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